►Dramáticos casos en que los funcionarios ponen en riesgo sus vidas
La presidenta de la Asociación de Fiscales de Puerto Rico, Mibari Rivera Sanfiorenzo, dio a conocer hoy dramáticos casos en que los fiscales han sido amenazados o derechamente atacados por delincuentes.
Rivera Sanfiorenzo puso como primer ejemplo la muerte de Mario Torres Marín y Francisco Mujica de León, quienes fallecieron en el operativo “Nuevo amanecer de Vieques” del 20 de diciembre de 2010 luego de que el helicóptero en el que viajaban se precipitara al mar.
“Al día de hoy, no ha quedado claro si fue un accidente o un atentado, pero lo que sí estamos seguros es que murieron ejerciendo sus funciones de fiscal”, dijo.
La funcionaria también recordó el caso de José Figueroa Agosto (“Junior Cápsula”), “a quien acusamos en el año 1995 y durante el proceso criminal se recibieron llamadas en el NIE (Negociado de Investigaciones Especiales) diciendo ‘vamos a explotar a los fiscales’”.
“Los fiscales involucrados tuvieron que ser protegido por agentes del NIE. Convicto por asesinato, ‘Cápsula’ se fugó en 1999, siendo luego arrestado en el 2009 por los federales, pero hubo fiscales que vivieron diez años sin seguridad”, aseguró.
Antes, en 1986 y durante un juicio por tentativa de asesinato por parte de un narcotraficante de las Acacias, notificaron a la fiscalía que iban a tirotear a un fiscal.
“El resultado fue que hubo un fiscal al que hirieron con cinco tiros. Fue hospitalizado e intervenido quirúrgicamente, y gracias a Dios está vivo y puede contarlo”, añadió.
Rivera Sanfiorenzo relata que “por procesar criminales que vendían drogas en las canchas y parques recreativos de Arecibo, un agente encubierto informó la planificación del intento de asesinato y la oferta de pago por 50 mil dólares para dar muerte a dos compañeros y en el 1992 a uno de ellos le tirotearon la casa estando con su familia durmiendo”.
A un fiscal un convicto de asesinato le robó el automóvil y lo quemó, mientras que otro
Recibió amenazas de sospechosos de un caso de narcotráfico. Ellos conocían de inmediato cuando éste llegaba a los cuarteles y hacían las llamadas al retén. Cesaron con el arresto del sospecho, gatillero contratado para matarlo”.
A la lista se añade el de un fiscal que “viendo un caso de asesinato por jurado lo llamaron de madrugada amenazándolo de muerte si continuaba viendo el caso. El subpoena reveló que la llamada fue del teléfono público frente a su apartamento.”
En un caso similar, un fiscal, “atendiendo un juicio por asesinato, recibió una llamada telefónica amenazando a su hijo de muerte. Le dieron su descripción física, su vestimenta y la escuela”.
Las situaciones en que ha habido tiroteos no son pocas: “En una escena en Cataño se armó un tiroteo y un fiscal tuvo que tirarse al piso y meterse debajo de una patrulla. Otro, en Nemesio Canales, también estuvo en un tiroteo y no tenía chaleco antibalas”.
Mientras, en la deliberación por un juicio por asesinato, llegaron miembros de la ganga del acusado al tribunal a las 7:00 de la noche. La alerta vino por parte de la juez quien fue notificada por los alguaciles y el fiscal tuvo que esperar hasta altas horas de la noche y esperar a que se fueran para salir con precaución para que no lo persiguieran hasta su hogar”, dijo la presidenta de la asociación.
“A otro fiscal, un viejito esperó frente al Tribunal de Mayagüez y lo apuñaló, todo por procesar a su hijo”, contó.
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