La curiosidad alrededor del sexo no tiene límites, al contrario de la sapiencia sobre el tema. Uno de los mayores investigadores de la sexualidad humana, Alfred Kinsey realizó uno de los estudios más extensos e importantes en los años 40 sobre las prácticas y comportamientos de la sociedad estadounidense. Durante la conservadora época, la gente no hablaba abiertamente sobre asuntos sexuales como lo hace ahora, de ahí la importancia del trabajo de Kinsey, que abrió la puerta a una comunicación más honesta.
A pesar de su esfuerzo y del paso de los años, hablar de sexo sigue siendo incómodo. No es tan común que la gente hable al respecto con sus amigos, con sus médicos ni con sus parejas.
A continuación hay ocho preguntas que más o menos engloban las principales preocupaciones de las personas con respecto al sexo:
¿Practicas el sexo seguro?
Formular la pregunta tal cual suena a todo menos apropiado cuando conoces a un potencial compañero en la cama, pero no por eso es menos importante. No hay manera de saber cuántas parejas ha tenido alguien, pero sí saber si acostumbra usar condones.
La epidemia del SIDA ya no es noticia en los periódicos. Y es que en la mayor parte del mundo está controlada. Sin embargo, su principal vía de infección es la transmisión sexual y los casos de portadores de VIH aún son una realidad. En México hay más de 162, 000 casos de acuerdo a datos de CenSida de Marzo de 2013, con 752 nuevos casos nuevos registrados este año. Los estados con población mayor de infectados son el Distrito Federal con 25,218, México con 17,455 y Veracruz con 14,974.
Pero el VIH no es el único riesgo, otras infecciones de transmisión sexual abundan; como la clamidia cuya incidencia va en aumento en el mundo.
Además de cuestionar sobre sus prácticas sexuales a tu posible pareja, es importante que te hagas la misma pregunta. Es normal que si tus últimas experiencias tuvieron alcohol de por medio o si no esperabas tener relaciones pronto, no lo medites demasiado.
Lo cual nos lleva al siguiente punto.
¿Cuándo fue la última vez que te hiciste pruebas de EST (enfermedades sexualmente transmisibles)?
Tal vez no sea la conversación más sexy, pero es definitivamente una buena idea. Es posible que no te digan la verdad y dentro de una semana llores cada vez que tengas que hacer pipí.
Evítalo y pídele sus papeles a tu pareja sexual. Ten los tuyos a la mano por si te los piden. No puedes esperar responsabilidad si no la brindas también.
Hacerte una prueba es fácil, la mayoría de las clínicas y hospitales cuentan con el servicio.
¿Es normal tener menor apetito sexual después del matrimonio?
Muchas parejas de casados se preguntan si es normal tener menos ganas después de la boda. Lo es. Al igual que hay parejas contentas y con mucha actividad al cabo de años, hay otras que dejaron de pasarla bien tan seguido entre las sábanas.
Es normal que el apetito sexual disminuya con la edad, sin importar que estemos casados o no. El reporte de Kinsey decía que la mitad de las parejas no tienen sexo después de los 65, pero también que la frecuencia de actividad sexual es un indicador bastante sólido de un matrimonio saludable. Incidentalmente, la actividad sexual también disminuye con la edad entre los solteros.
Diversos sondeos demuestran que las personas casadas tienen más sexo al año que sus colegas solteros y que ambos mostraron un declive desde los 20 años hasta los 70. Los casados de 70 años y más aún tienen sexo unas 16 veces al año, mientras que sus amigos que no se casaron apenas alcanzan las 10.
Entonces, es normal, pero no inmediato. Si te casaste hace poco y su vida sexual es menos frecuente, puedes intentar con variedad de tácticas, juegos y fantasías.
¿Por qué duele la penetración?
El 30% de las mujeres reportan dolor durante la penetración de acuerdo a Psychology Today. No es una pregunta común para el ginecólogo, pero ante su frecuencia debería serlo. El 10% de las mujeres experimentan dolor crónico, otras durante todos sus encuentros sexuales y otras más lo experimentan de pronto, sin antecedentes. Si el cuadro te es familiar, acude a tu médico, ginecólogo o urólogo.
Las causas del problema son variadas: lubricación insuficiente, infecciones bacterianas, endometriosis, inflamación de la uretra o disminución en el grosor de las paredes vaginales. A reserva de tu cita médica, procura usar lubricantes, evitar duchas vaginales, ponerle pausa a la penetración y buscar una posición más cómoda.
¿Cómo puedo alcanzar un orgasmo, siendo mujer?
Para algunas mujeres el sexo es mucho trabajo sin beneficios. Llegar a un orgasmo puede no ser tan sencillo, de hecho es bastante común que a las mujeres se les complique o incluso que nunca lo hayan experimentado.
Ocurren muchas cosas durante el orgasmo: la presión sanguínea sube, las paredes vaginales se contraen y el cerebro libera un montón de endorfinas. Un estudio con imágenes por resonancia magnética demostró que grandes partes del cerebro femenino “se apagan” durante el orgasmo.
¿Qué hacer? Experimentar.
Los orgasmos pueden resultar de variedad de actividades sexuales, algunas más convenientes y cómodas que otras. Una mujer puede alcanzar un orgasmo con la estimulación del clítoris, de la vagina o de ninguna de las dos. A veces el culpable es el estrés y unos cuantos ejercicios de relajamiento ayudan a que las mujeres logren alcanzarlo.
¿El tamaño importa?
Desde que la adolescencia empieza y hasta que la sabiduría de los años se impone, los hombres se pasan la vida pensando en el tamaño de su miembro. El tamaño promedio es de entre 12 y 15 cm y 12 de circunferencia.
Un estudio demostró que a las mujeres no les importa tanto el tamaño, al menos no el largo, sino el ancho. Un pene demasiado largo puede provocar incomodidad durante la mecánica de la penetración y uno muy pequeño podría no satisfacer los deseos de tu compañera (0) sexual, ante eso no puede hacerse mucho pero sí sobre su presentación y limpieza. Mientras mantengas ambas condiciones, estás del otro lado.
Como hombre me cuesta trabajo terminar ¿Por qué?
Muchos pensarían que este no es un problema, más bien una bendición. Prolongar la eyaculación suena bastante conveniente. No lo es para quienes lo padecen. La eyaculación retrasada es menos común que su contraparte, la precoz, pero igual es bastante común.
Los hombres afectados por la condición nunca (o casi nunca) tienen orgasmos. Puede tomarles una hora o más de frotar su miembro para alcanzarlo, lo cual puede resultar muy doloroso.
La eyaculación retrasada tiene muchas causas, algunas físicas y otras psicológicas. Si es tu caso, consulta a tu médico para una revisión.
¿Por qué termino tan pronto?
La eyaculación precoz es un dilema sexual mucho más conocido y común. Uno de cada tres hombres pasará por el durante su vida. Este puede ocurrir con mínima estimulación, antes de la penetración o inmediatamente después de ella. La eyaculación que ocurre entre dos y 10 minutos después de la penetración es normal, la que ocurre entre dos y 10 segundos no lo es.
Esta puede deberse a distintos factores: trauma emocional (relacionado con el sexo) culpa por infidelidad u otras cuestiones, miedo de un embarazo, o ansiedad sobre su ocurrencia. Niveles hormonales desbalanceados o la sobre abundancia de nuero transmisores podrían tener qué ver, al igual que problemas con la tiroides o factores genéticos.
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