►Si no hay contacto físico con otra persona, no hay infidelidad
¿Imaginas cómo sería el contacto de tu piel con la de otro hombre? ¿Guardas dentro de tu alma algo diferente que no permite que te concentres y te dediques a tus actividades como lo hacías anteriormente?
¿Sientes malestar por tener que fingir placer en un encuentro sexual mientras que por tu cabeza pasan escenas de lo que sería tener entre tus brazos a quien tanto deseas? ¿Esto es infidelidad?
Hay mujeres que se sienten mortificadas por pensar constantemente en otro, de una manera que hace mucho no les pasa con su compañero actual. Para muchas personas es tan sólo una fantasía que no tiene mayor importancia, salvo que la concreten.
Es normal sentir cierta atracción por alguien distinto y por alguna razón, puede pasar que nos sintamos muy a gusto con alguien y se nos disparen ideas en distinto tenor. Si no hay contacto físico con otra persona, no hay infidelidad.
Si sólo se trata de pensamientos significaría que nuestra pareja es sólida y estamos ante una atracción que se generó por nuestra condición de seres humanos. Ahora, si el deseo interfiere en nuestra vida diaria, el problema, es otro y radica en nuestro vínculo de pareja, no en lo que sentimos o pensamos.
(Cortesía de: Cfanmujeres.com | Para: Cafe56.net)
¿Sientes malestar por tener que fingir placer en un encuentro sexual mientras que por tu cabeza pasan escenas de lo que sería tener entre tus brazos a quien tanto deseas? ¿Esto es infidelidad?
Hay mujeres que se sienten mortificadas por pensar constantemente en otro, de una manera que hace mucho no les pasa con su compañero actual. Para muchas personas es tan sólo una fantasía que no tiene mayor importancia, salvo que la concreten.
Es normal sentir cierta atracción por alguien distinto y por alguna razón, puede pasar que nos sintamos muy a gusto con alguien y se nos disparen ideas en distinto tenor. Si no hay contacto físico con otra persona, no hay infidelidad.
Si sólo se trata de pensamientos significaría que nuestra pareja es sólida y estamos ante una atracción que se generó por nuestra condición de seres humanos. Ahora, si el deseo interfiere en nuestra vida diaria, el problema, es otro y radica en nuestro vínculo de pareja, no en lo que sentimos o pensamos.
(Cortesía de: Cfanmujeres.com | Para: Cafe56.net)
