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¿Sabías que tu nombre influye en tu destino?

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►La ciencia lo confirma, tu nombre, influye en tu destino

¿Sabías que tu nombre influye en tu destino?El nombre que cada persona tiene, no es causal. Es decir, quienes te pusieron ese nombre (que no te gusta, por el que reniegas) marcó tu destino.

De acuerdo a los diversos estudios que se realizaron, confirman que el nombre que te eligieron, condiciona algunas de tus elecciones y hasta imprime una huella en lo que te depara la vida: desde qué trabajo eliges hasta cuántos años vives, todo tiene que ver en algún grado con las letras que te nombran.

Nuestros nombres están entrelazados con nuestro destino tiene sus raíces bíblicas, de acuerdo al libro del Génesis, Abram cambió su nombre por el de Abraham para adaptarse a su rol de “padre de multitudes”, que es el significado de Abraham en idioma hebreo.

Cabe destacar que en los últimos años, diversos estudios científicos han respaldado la relación entre nombre y destino, asergurando que las personas se dejan influir por los nombres al decidir con quién casarse, en qué calle vivirán, con quién formarán pareja y hasta el trabajo con el cual se ganarán la vida, entre otras cosas.

Conocé las seis características al elegir un nombre y cómo éste influye a lo largo de tu vida:

Escoger profesión: De acuerdo a investigadores de la Universidad Estatal de Wayne (EE UU) en la revista “Names: A Journal of Onomastics”, nuestro nombre y apellido pueden influirnos a la hora de elegir qué carrera estudiar o qué oficio elegir. Por ejmplo, los que se apellidan “Doctor” son más propensos a estudiar Medicina que Derecho. Y la letra inicial de los apellidos de los que ejercen la profesión médica también les condiciona a la hora de elegir especialidad, de manera que es más común que los apellidados Raymond se hagan radiólogos que dermatólogos, y que alguien llamado Dennis se haga dentista.

Años de vida: las letras iniciales de nuestro nombre y de nuestros apellidos también producen efectos en la manera en que nos tratan y, por extensión, en la calidad y longevidad de nuestra vida, según sugiere un polémico estudio llevado a cabo por el profesor de psicología Nicholas Christenfeld, de la Universidad de California. En 1999, Christenfeld analizó los nombres de personas que fallecieron en California desde 1969 hasta 1995, y elaboró listas positivas y negativas de las iniciales de sus nombres. Por ejemplo, ACE (as), WIN (ganar) o VIP (very importan people) fueron incluidas en el grupo de iniciales positivas. RAT (rata), BUM (holgazán) o SAD (triste), en el grupo de iniciales negativas. Tras examinar las iniciales de unas 3.500 personas, descubrió una correlación muy fuerte entre esperanza de vida y connotación de las iniciales de su nombre.

Su conclusión fue que nuestras iniciales pueden realmente influir en el tiempo y en la causa de nuestra muerte. “Un símbolo tan simple como las iniciales de uno puede añadir cuatro años de vida o sustraer tres años de ella”, escribió en un artículo publicado en el Journal of Psychosomatic Research, una publicación académica de gran prestigio.

Sex appeal: Según demostraron investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), las mujeres resultan más sexys cuando su nombre tiene vocales con curvas, como la “a” y la “o”. Y con los hombres sucede lo contrario: se consideran más atractivos cuando sus nombres contienen la “e” o la “i”. En el experimento, los investigadores colgaron fotos con nombres falsos en una revista on line en la que se puntuaba el atractivo de la gente. Un tiempo después, volvieron a poner las mismas imágenes pero con otros nombres. Así comprobaron lo que sospechaban: las calificaciones variaban.

Casarse: Hace una década el psicólogo neoyorkino Brett Pelham identificó una tendencia “narcisista” conocida como el efecto nombre-letra, que hace que la probabilidad de que una persona llamada Philip se mude a Philadelphia y se case con Phoebe sea mucho más alta que si se llama Jack.

Tener éxito: En un estudio que relevó los casos de más de 6,000 personas, el psicólogo Richard Wiseman comprobó que para los británicos llamarse Elizabeth o James está asociado al éxito. Lucy y Jack son los nombres de los más afortunados, mientras que se considera que las personas con peor suerte se llaman Helen o John. “Esto tiene consecuencias porque los empleados con nombres asociados al éxito o al atractivo pueden tener más opciones de ascender”, subraya Wiseman.

Elegir una empresa. Un estudio de la Universidad de Gante (Bélgica) realizado en 2009 reveló que el efecto nombre-letra también hace que las personas tiendan a elegir trabajar en empresas cuya inicial coincide con la primera letra de su nombre o de sus apellidos.

(Cortesía de: Vocero.com | Para: Cafe56.net)