►«La huelga que llevan a cabo nuestros hermanos en el centro de detención desenmascara el verdadero rostro horrible de Estados Unidos», ha afirmado el líder de la organización terrorista
El líder de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, ha declarado que la huelga de hambre que mantienen los prisioneros del centro de detención norteamericano de Guantánamo, en Cuba, pone en evidencia el "verdadero rostro horrible" de Estados Unidos y ha jurado "por Dios" que la red terrorista "no escatimará esfuerzos para liberarlos".
La huelga que llevan a cabo nuestros hermanos en Guantánamo desenmascara el verdadero rostro horrible de Estados Unidos", ha afirmado Al Zawahiri en un mensaje sonoro publicado este miércoles por una página de internet islamista, cuya autenticidad aún no ha sido verificada.
"Juramos por Dios que no escatimaremos esfuerzos para liberar a todos los prisioneros, al frente de los cuales están Omar Abdel Rahman, Aafia Siddiqui, Jaled Sheij Mohammed y todos los musulmanes oprimidos de cualquier parte", ha proseguido, en referencia a varios destacados islamistas encarcelados en Guantánamo.
166 detenidos en Guantánamo
Cerca de 166 hombres, la mayoría de ellos detenidos en operaciones antiterroristas desde los atentados del 11 de septiembre de 2011 en Estados Unidos, se encuentran actualmente encarcelados en la base de Guantánamo.
Muchos de ellos mantienen una huelga de hambre para protestar por su prisión indefinida, y algunos han sido alimentados a la fuerza.
Al Zawahiri ha denunciado también el uso de aviones no tripulados por parte de Estados Unidos para combatir a los islamistas y ha declarado que son "un síntoma" de los "reiterados fracasos" de Washington en Afganistán, Pakistán y Yemen.
"Estás dejando un legado de odio y de llamamientos a la venganza por tus crímenes", ha añadido, dirigiéndose personalmente al presidente norteamericano, Barack Obama.
Hezbolá y Siria
El líder de Al Qaeda ha criticado también duramente el apoyo del movimiento político-militar chií libanés Hezbolá a las fuerzas del presidente sirio Bashar al Assad, con mención especial al líder del partido, Sayyed Hassan Nasralá, a quien ha acusado de promover la hegemonia de Irán en la región.
"Ha quedado claro para la nación musulmana que Nasralá no es otra cosa que un herramienta de los Safavidas" para "imponer la autoridad de las leyes chiíes sobre la nación del Islam a través de las matanzas, la represión, la tortura y el apoyo a uno de los regímenes más corruptos, tiránicos y criminales", ha manifestado, en referencia a la dinastía Safavida que gobernó Irán entre los siglos XVI y XVIII y cuyo nombre utilizan los extremistas suníes para denigrar a los chiíes.
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